Financiación y presupuesto de la ACNUDH
Últimas contribuciones voluntarias al ACNUDH en 2022
(hasta el 1 de marzo, en orden cronológico, de las más antiguas a las más recientes)
Donante |
Moneda |
Importe en dólares estado-unidenses |
Mónaco | EUR 30,000 | 33'482 |
Suecia | SEK 26,000,000 | 2'753'654 |
Australia | AUD 500,000 | 358'680 |
Suiza | - | 653'828 |
Suecia | SEK 105,000,000 | 11'325'639 |
Nueva Zelanda | NZ$ 9,000,000 | 6'020'067 |
Islandia | - | 300'000 |
Reino Unido
| GBP 370,000 | 495'315
|
Ver lista completa de contribuciones voluntarias a la ACNUDH en 2022 (PDF)
Financiación y presupuesto del ACNUDH
Alrededor de dos tercios de la financiación del ACNUDH procede de contribuciones voluntarias realizadas por los Estados Miembros y otros donantes. El tercio restante proviene del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas.
El
presupuesto ordinario de las Naciones Unidas, aprobado por la Asamblea General, se financia mediante las cuotas de los Estados Miembros. Estas cuotas se establecen según una fórmula que toma en cuenta la dimensión y la solidez de sus respectivas economías nacionales.
El presupuesto ordinario de 2020 es el primer presupuesto anual que se prepara de conformidad con el programa de reforma de la gestión de las Naciones Unidas En su 72º periodo de sesiones, la Asamblea General aprobó la propuesta de convertir el ciclo presupuestario bienal en un ciclo anual y aplicarlo con carácter experimental a partir del presupuesto ordinario de 2020. La Asamblea General examinará la aplicación del nuevo ciclo presupuestario anual durante su 77º período de sesiones, en septiembre de 2022, con miras a adoptar una decisión definitiva al respecto.1
El ACNUDH recibe una pequeña parte del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas: solo el 3,7 por ciento
El presupuesto ordinario de las Naciones Unidas debe financiar todas las actividades encomendadas por la Asamblea General y sus órganos subsidiarios, comprendido el Consejo de Derechos Humanos. Los derechos humanos son responsabilidades contraídas en virtud de la Carta de las Naciones Unidas como uno de los tres pilares del sistema, junto a los otros dos, a saber, el desarrollo y la paz y la seguridad. El programa "Los derechos humanos primero" y el Llamamiento a la Acción por los Derechos Humanos del Secretario General hacen hincapié en el carácter medular de los derechos humanos para la labor de toda la Secretaría de las Naciones Unidas.
Sin embargo, en el presupuesto ordinario solo se les asigna un exiguo porcentaje de recursos, en comparación con lo que reciben los otros dos pilares. Aunque aproximadamente la mitad de los recursos del presupuesto ordinario se asignan a los tres pilares, los derechos humanos apenas reciben el 3,7 por ciento del total. En términos más específicos, si se excluyen los fondos asignados a los componentes de derechos humanos de las operaciones de mantenimiento de la paz, del 51,7 por ciento de los recursos totales del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas que se destina a los tres pilares, solo el 7,7 por ciento se asigna al pilar de derechos humanos. La asignación inicial destinada al ACNUDH en el marco del presupuesto ordinario para 2020 fue de 116,4 millones de dólares estadounidenses, en comparación con la asignación final de 2019, que había sido de 105,6 millones.
El ACNUDH depende en gran medida de las contribuciones voluntarias
El presupuesto ordinario de 2020 mantiene la norma de "crecimiento cero" establecida hace varios años, pero también refleja los recortes efectuados en el conjunto del sistema por decisión de la Asamblea General. Por lo tanto, aunque los mandatos oficiales relativos a los derechos humanos siguen aumentando en número y alcance, y a pesar de que los Estados Miembros han pedido formalmente que se aumente la fracción del presupuesto destinada a los derechos humanos, en realidad el volumen de recursos que se asigna a estos programas está disminuyendo. El resultado es que el ACNUDH sigue dependiendo en gran medida de las contribuciones voluntarias para financiar hasta el 23 por ciento de las actividades que se le encomiendan, que deberían ser financiadas por el presupuesto ordinario, en particular las relativas a la labor de los órganos de tratados y los procedimientos especiales.
Esta difícil situación financiera se agrava aún más por las dificultades de liquidez derivadas de los atrasos de los Estados Miembros en el pago de las cuotas oficiales y por los plazos de entrega de las asignaciones. Aunque la mayoría de los recursos necesarios para llevar a cabo los nuevos mandatos presentados por el Consejo de Derechos Humanos son aprobados cada año, el retraso de su presentación ante la Asamblea General obliga al ACNUDH a usar los recursos existentes para sufragar nuevas actividades que tienen un plazo de ejecución más inmediato. Con el modelo de presupuestación anual que la Secretaría de las Naciones Unidas ha empezado a aplicar, este problema se va a recrudecer.
Las contribuciones voluntarias, también llamadas recursos extrapresupuestarios, representaron en 2019 el 62,9 por ciento del presupuesto total de las Naciones Unidas. Pero a fin de responder a todas las solicitudes de asistencia y a todas las necesidades identificadas, la Oficina del ACNUDH necesita más apoyo económico de los Estados Miembros y de otros donantes, comprendido el sector privado.
Solo el 32 por ciento de los fondos extrapresupuestarios se aportan sin asignación específica
En 2019, la Oficina del ACNUDH recibió 179 millones de dólares en contribuciones extrapresupuestarias, en comparación con los 187,1 millones de 2018. Esta cifra representa una disminución del 4,3 por ciento. Además, solo el 32 por ciento de esos fondos se aportaron sin asignación específica, lo que representa el nivel más bajo desde 2008. Aunque el aumento en la asignación de fondos con fines específicos puede atribuirse a un mayor aporte de financiación para actividades locales y a contribuciones de líneas presupuestarias no tradicionales previamente condicionadas en cuanto a su finalidad, otras contribuciones que anteriormente se habían recibido sin asignación específica fueron convertidas en financiación con fines más delimitados. Si bien el ACNUDH agradece mucho todas las contribuciones recibidas, la tendencia actual de aportar fondos con asignación específica limita la capacidad de la Oficina para asignar recursos a las tareas más urgentes y la obliga a realizar ajustes presupuestarios constantes a lo largo del año.
En 2019, alrededor del 58,5 por ciento de todas las contribuciones voluntarias se usaron para apoyar el trabajo sobre el terreno, que recibe un sostén financiero mínimo del presupuesto ordinario. El resto de la financiación extrapresupuestaria se repartió entre otros ámbitos de la labor de la Oficina y a menudo sirvió para complementar los limitados recursos asignados por el presupuesto ordinario. Esta distribución permitió que el trabajo de la Oficina alcanzara una repercusión mucho mayor de la que habría tenido sin esos recursos suplementarios. En el examen de la labor del ACNUDH que realizó en 2019 la Red para la Evaluación del Desempeño de las Organizaciones Multilaterales (MOPAN, por sus siglas en inglés) se reconoció que "a pesar del desajuste crónico entre la ampliación constante del mandato y el alcance de las operaciones del ACNUDH, y sus recursos humanos y financieros", la organización ha usado sus escasos recursos humanos y financieros de manera muy eficiente, "con una notable capacidad de ejecución y con resultados superiores a sus medios".
Necesidades de financiación en 2020
El importe total de los recursos extrapresupuestarios que se necesitan para 2020 es de 375,5 millones de dólares. Este es el volumen de fondos que la Oficina necesitaría, además de las asignaciones del presupuesto ordinario, para hacer frente a todas las peticiones de asistencia recibidas y a todas las necesidades identificadas. Sería necesario que las contribuciones tuvieran la mayor flexibilidad posible y que su aportación abarcara un plazo de varios años, a fin de aumentar la previsibilidad y sostenibilidad de nuestra labor. La puntualidad de los pagos también es decisiva para atenuar las dificultades de liquidez a lo largo del año.
En el Llamamiento de este año la Oficina puso de manifiesto las dimensiones reales de estas necesidades y no se limitó a presentar sus planes financieros operativos. Aun así, el presupuesto "basado en las necesidades" que figura en el Llamamiento se limita a consignar las actividades que realmente pueden ejecutarse en un año. Por ese motivo, y debido también al prolongado proceso de contratación que la Oficina debe observar, algunos incrementos, especialmente en el terreno, siguen siendo modestos. La tarea de ampliar el alcance de las unidades fuera de la Sede requiere un refuerzo constante de recursos humanos y presupuesto a largo plazo.